jueves 9 de mayo, 2024
  • 8 am

¡Qué vergüenza!

Fulvio Gutiérrez
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Fulvio Gutiérrez

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Dr. Fulvio Gutiérrez
Para sorpresa de muchos, el Frente Amplio decidió interpelar a la Ministro de Economía y Fianzas Azucena Arbeleche en la Cámara de Representantes, por la aprobación de una exoneración de tributos a una empresa del actual Director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Isaac Alfie. La mentada exoneración había sido solicitada durante el gobierno anterior, cuando Alfie no ocupaba cargo alguno en el gobierno, y está basada en los beneficios establecidos en la Ley No. 16.906. Es decir, fue una solicitud absolutamente legal, y no se prevé en dicha norma, impedimento alguno para titulares de algún cargo del Estado. No obstante ello, y a instancias del Presidente de la República, Alfie decidió renunciar al beneficio que se le había otorgado, con lo cual el presunto motivo de la interpelación quedó sin efecto. Por tanto, el circo montado por el Frente Amplio, interpelando a la Ministro Arbeleche, fue eso y nada más. No hubo irregularidad, no hubo ilegalidad, ni se afectó derecho alguno, ni público, ni privado de nadie.
¿Entonces, cual es la razón de dicha interpelación? Ninguna, salvo la tozudez y terquedad del Frente Amplio, que tiene un accionar de veleta, o sea va según la dirección del viento, sin control, sin un líder que imponga criterios políticos razonables, y sin siquiera tener alguna lógica básica, salvo la búsqueda de “prensa”, a cualquier precio para mantenerse en el “candelero”. Es que la pobreza del Frente Amplio en materia legislativa es de tal magnitud que ya nadie se sorprende por lo que la oposición pueda plantear en el Parlamento.
Está repitiendo el mismo error que cuando anunció en forma reiterada durante varios meses en el correr del año 2020, que iba a interpelar al Ministro del Interior Jorge Larrañaga, por su estilo de conducción (las reiteradas críticas a Bonomi), el número de delitos que no disminuía (y que luego sí disminuyó), y la destitución del Jefe de Policía de Montevideo por haberse reunido con el ex Director de Seguridad y Convivencia, y los incidentes en la plaza Seregni, cuando se detuvo a un grupo de personas que no respetaban el distanciamiento social recomendado por el MSP, acusando por la “brutal” represión de algunos manifestantes. Bastó que se pusiera en conocimiento de los legisladores un video sobre lo que realmente había ocurrido, para que el Frente Amplio decidiera posterga la interpelación, que jamás fue reiterada.
Sorprende que un partido político fuerte como la oposición frentista no tenga, aunque más no fuere, un legislador –solo uno- que frene esta locura que linda en el abuso de derecho, y haga razonar a sus correligionarios que la utilización de institutos jurídicos de derecho público como la interpelación, debe tener un fundamento serio, causado, probado, y analizado a fondo. Entre las muchas falencias que esta frustrada interpelación ha puesto en evidencia surge un indebido condicionamiento de la actividad parlamentaria. En efecto, en los últimos tiempos el Parlamento ha ido perdiendo calidad y estilo. Sólo vía de ejemplo baste recordar que el pasado miércoles, durante la interpelación a Arbeleche, la sesión se suspendió a las 18 y 45, por un rato, para que los canales de TV pudieran tener sus notas con representantes del gobierno y la oposición, y sacarlas en los informativos de la hora 19. ¿Desde cuándo el Parlamento “baila” al compas de la música que “toca” la TV, y no al revés? ¡Una vergüenza!