Ps.Gisela Caram*
Parecería que como vemos en las películas, fuera el final de una guerra, donde todo el mundo sale, después de mucho tiempo, a festejar…
Así supongo se vivirá esta noche de 24 de agosto de 2021, el retorno a bailar otra vez…
Al principio la “noche de la nostalgia” o noche de los recuerdos era una fecha para salir y recordar viejas épocas. Comenzó a fines de la década de los 70 en Montevideo. Y fue en principio, organizada para recordar grandes temas de la música americana e inglesa de los años 60 y 70. A medida que el tiempo fue pasando, se fue ampliando a la música de los 80 y 90.
En el correr del tiempo, se ha extendido a todo nuestro país, al punto de ser una fecha en que la gente supera las salidas del24 y 31 de diciembre.
Hasta el 2019, antes de declararse esta pandemia, era difundida en otros países, por ser declarada de interés nacional por el Ministerio de Turismo.
Está bueno poder disfrutar una vez al año del recuerdo de viejos temas, recordar y evocar qué música escuchábamos en tal momento y con quién la escuchábamos, qué nos evoca…
Hasta agosto de 2019, las fiestas se extendieron a todas las generaciones, y hasta ahí se festejaba también la ANTINOSTALGIA, fiestas organizadas ese día para adolescentes, que lo que escucha y disfruta es cumbia y marcha. Para las nuevas generaciones es un día más, de salida, y para algunos otros, no ha existido la pausa…
¿Es una noche para reproducir una época, un tiempo?
Podremos desear pasar muy bien, divertirnos, pero…es un imposible reeditar el “ antes”, u otra etapa de la vida.
Es una fiesta, para hacer algo en pareja o con amigos; y habrá que encontrar como vincularse de otra manera, y darse cuenta, que es “de otra manera”.
Pasaron muchas cosas en esta pandemia. Hay un antes y un después.
Hasta el 2019, la gente iba de fiesta, con grandes expectativas y volvía conforme o totalmente decepcionado. Generalmente se buscaba algún defecto a la organización, que podría tenerlo, además, surgía “esa” nostalgia, de que ya nada era como antes.
Y eso, creo que es a lo que apunto a reflexionar.
Lo que más afecta y genera disconformidades se deposita en la música, el lugar, la comida, o la gente que participó de la fiesta, pero en el fondo, lo que pesa, es CONECTAR con todo lo que se depositó en la expectativa de una noche; la celeridad conque transcurre; lo efímero de una noche y todo lo que movilizó desde que comenzó agosto.
Desde pensar, a dónde vamos, hasta qué me pongo…
Qué significa ¿la noche de la nostalgia? ¿Volver al pasado con una mirada idealizada?
¿Revivir el ayer con nostalgia?
¿Aceptar la realidad de que el tiempo ha pasado?
¿Hacer de cuenta que no pasó nada?
Si bien es una fiesta que le da Identidad al país, no podemos mirar con nostalgia el pasado año y medio del planeta.
El tiempo ha pasado. Somos otros.
Podemos disfrutar, teniendo en cuenta adultamente los sufrimientos del mundo.
El tiempo pasa, y no lo podemos congelar, borrar su paso…ni idealizar una noche. Ni tampoco salir porque todo el mundo sale, en modo automático…
La memoria de otro tiempo, es lo que da sentido a esta fiesta y la hace perdurar en el tiempo.
Volver al ruedo, no solo pensando en la satisfacción personal, sino reflexionando en el último tiempo vivido. Ver las marchas y contramarchas que viven otros países, tan o más vacunados que el nuestro…
Volver al ruedo pensando en los límites de cada uno, sin miedo, y con responsabilidad, conectando con la realidad del mundo hoy, conectando con el tiempo que ha llevado llegar a recuperar espacios, y como hoy, cada uno debe contribuir a sostenerlos…pensando no solo en lo individual, sino en lo que somos como sociedad…
*Especialista en Vínculos
