Por el Esc. Gustavo Varela
Habiendo transcurrido la mitad del mandato del actual período, el gobierno de la Coalición Multicolor, se apresta a continuar con el proceso de reformas que había anunciado en la campaña electoral que impulsaría en caso de obtener la victoria en las últimas elecciones, y que se habían iniciado con la Ley de Urgente Consideración.
Posteriormente, y como consecuencia de haberse interpuesto por parte del Pit-Cnt y su socio político el Frente Amplio, del recurso de referéndum contra dicha ley, hubo que hacer un alto en el camino a la espera del resultado del mismo, el que como todos saben, resultó de respaldo de la ciudadanía al mantenimiento de la misma.
En éste segundo envión, el gobierno quiere llevar a cabo, algunas de las reformas que quedaron pendientes, y que se van a poner a consideración en los próximos meses.
La reforma de la educación, y la reforma del sistema jubilatorio, son las que resaltan por sobre todas las cosas, y que va a poner en tensión el clima político y el clima social, de acuerdo a los anuncios de los distintos actores gremiales y políticos.
La reforma del sistema jubilatorio, ya está ingresando en el Parlamento, y se descuenta que su tratamiento llevará hasta fin de año.
El Presidente Lacalle Pou, ya lo presentó a todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria.
Todas hicieron sus aportes, en algunos casos apoyando, en otros oponiéndose y buscando diferentes modificaciones que se llevaron a cabo, salvo el Frente Amplio, que nada a aportado a dicho proyecto, por lo que se presume que se va a oponer, obviamente buscando crear un clima de incertidumbre y desconfianzas, al que tanto apego tienen, bajo el lema, “cuanto peor, mejor”.
Recordemos que todos los líderes políticos del FA, reconocieron cuando eran gobierno de la necesidad de la mencionada reforma, aunque todo indica que las fuerzas ultra izquierdistas son las que comandan hoy día y que bloquearán cualquier intento que alguna de las fuerzas políticas de izquierda quieran insinuar.
Hoy los ultras, son los que manejan las mayorías de la fuerza de izquierda.
Por otro lado, está la reforma educativa, que apenas se puso a consideración de los diferentes actores involucrados, los gremios (oh casualidad) ultra izquierdistas, comienzan una furiosa oposición a la misma, con copamientos de centros de estudios, huelgas, paros, roturas de bienes etc, que llevan a pensar en un tumultuoso fin de curso del presente año, y otro más tumultuoso inicio del año que viene, cuando comience la implementación de la misma.
Si quieren los lectores hacer un pequeño ejercicio, vayan y marque en el calendario el día en que estén leyendo éste artículo, y verán que de allí en adelante van a incrementarse los paros, las movilizaciones, las declaraciones de los distintos actores políticos y gremialistas (aunque sean los mismos) en contra de dichas reformas.
El problema es que no pueden explicar, porqué, luego de 15 años de gobiernos de izquierda, con mayorías propias y sin haber atravesado problemas algunos como por ejemplo la pandemia, no pudieron llevar adelante esas reformas, que consideran necesarias, pero que curiosamente se van a oponer.
Obviamente van a exigir jubilaciones para quienes no han aportado, o montos jubilatorios imposibles de pagar, o cualquier otra cosa que puedan, con tal de mostrar un algo más.
Pero lo que está claro, es que cuando pudieron, no quisieron.
Las reformas son necesarias y hay que llevarlas a cabo, y nosotros estamos dispuestos a apoyarlas, por más ruidos que hagan aquellos que no se animaron.
