domingo 5 de mayo, 2024
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Biografía no autorizada

César Suárez
Por

César Suárez

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Por Dr. César Suárez
Cada individuo tiene sus prioridades, a muchos, les da tanto una cosa como la otra, pero para mi caso, que tengo variasen las que suelo poner todo mi esfuerzo para que nada quede al azar y todo se desarrolle de la forma más perfecta posible, tengo una prioridad mayor y está por encima de todas, la familia, mi familia, es ahí donde está puesto el punto central de mi atención.
Sin duda que la base de cada sociedad está sustentada por el equilibrio de la relación familiar, de cada una de las familias que la componen, después, todo funciona solo. Es el lugar donde podemos y debemos regresar cada día y donde debemos alimentar nuestra energía para poder salir a pelear por cada uno de los proyectos que nos trazamos.
Pero el equilibrio familiar no llega solo, se construye, ladrillo por ladrillo y a pesar que no todos los proyectos se resuelven de acuerdo a nuestras expectativas, siempre, al pasar raya y mirar para atrás se puede observar el sendero construido y el camino por donde transitar hacia un futuro que dependerá de las circunstancias, pero sobre todo de adaptar cada proyecto en forma sutil a la realidad que nos involucre, manteniendo siempre el equilibrio familiar.
Cuando ya hace más de cuarenta años, siendo aún muy jóvenes e inexperientes, decidimos junto a mí pareja armar una familia de 2, los acontecimientos fueron fluyendo solos y el correr del tiempo, que es sabio, fue construyendo el resto y sin pensarlo mucho, un año después ya éramos 3, y 2 años más tarde, nos transformamos en 4 y a pesar que era imposible adivinar el futuro, el futuro estaba ahí, a nuestra disposición para irlo descubriendo día a día, construido en parte por todo lo planificado y en otra parte, muy importante, por las circunstancias que fueron adornando los avatares que cada día y cada año y así se fue armando nuestra historia.
Los años fueron pasando, nosotros fuimos envejeciendo y nuestros hijos fueron creciendo y encontrando sus caminos que siempre fueron de ida y de regreso en forma constante.
Un día, nuevos personajes se fueron gestando desde el vientre y comenzaron lentamente a aparecer una nueva generación a la que por convención idiomática pasaron a llamarse nietos que se metieron en nuestras vidas y desde mucho antes del primer minuto de vida, comenzaron a interactuar y meterse en cada uno de nuestros pensamientos y quedarse ahí y crecieron y fueron poniendo su impronta, cada uno para ir encontrando un nuevo equilibrio familiar y cuando ya parecía que nada se podía modificar más allá de los vericuetos que cada circunstancia impone, en forma mágica a pareció Amancio que comenzó a interactuar en forma fuerte desde la primera noticia que anunciaba que venía en viaje, y ya nada fue igual, una nueva ansiedad nos cruzó a todos y a pensar, ¿porque demora tanto? pero él se tomó su tiempo y llegó justo cuando tenía que llegar.
Lo vi por primera vez y era él, pero un séquito interminable se había sumado a la espera, primos, tíos, abuelos, bisabuelos, amigos y amigos de los amigos, pero que no se confundan, el abuelo soy yo, pero, aunque ya pasaron 2 meses de su llegada y lo paseo en mis brazos, me da la impresión, que todavía no se avivó que yo soy su abuelo, yo lo miro y él me mira, pero creo que por más que lo converso, todavía no me saca.
Estoy contando los días para que comience a razonar y termine de entender quién soy yo y que ya no le quede ninguna duda, ese que lo pasea y lo conversa día a día es su abuelo que espera con muchas ansias que crezca, que comience a hablar y que no se haga el distraído y me empiece a contestar con palabras cada vez que yo le hablo.