viernes 3 de mayo, 2024
  • 8 am

La intimidad sexual en las personas ostomizadas. Siempre se puede disfrutar

Myriam Puiggrós
Por

Myriam Puiggrós

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Por Myriam Puiggrós
Psicóloga Sexóloga
La sexualidad es una parte importante de la vida de cualquier persona, independientemente de su situación médica. Para las personas ostomizadas, es fundamental comprender que tener una ostomía no tiene por qué limitar su capacidad para disfrutar de una vida sexual satisfactoria. Una ostomía o estoma, es una abertura creada quirúrgicamente que se realiza en la piel cuando una parte del cuerpo no funciona bien. Esta abertura puede ser entre los intestinos y la pared abdominal, siendo los tipos más comunes de ostomía los que conectan el intestino delgado (ileostomía) o el intestino grueso (colostomía) a la pared abdominal. La urostomía es una abertura en el vientre (pared abdominal) hecha mediante cirugía que sirve para desviar la orina fuera de la vejiga que está enferma o ha sido extirpada. La urostomía evita la vejiga, mientras que la colostomía y la ileostomía evitan el ano, el recto y porciones del intestino grueso o delgado. Los desechos del cuerpo saldrán a través del estoma y en los tres procedimientos se necesitará una bolsa recolectora para las heces u orina. La traqueotomía es otro tipo de ostomía. Se trata de una abertura en frente del cuello que se hace como emergencia o una cirugía planeada. Forma una vía respiratoria para las personas que no pueden respirar por sí mismas, que no pueden respirar bien, o que tienen una obstrucción que afecta su respiración. Luego de una cirugía de ostomía la intimidad y las relaciones sexuales pueden reanudarse. Ocurre la mayoría de las veces que los profesionales no preguntan, no explicitan e ignoran los cambios importantes que subyacen ante estas intervenciones en la comunicación más íntima de cada persona. Prejuicios, la tendencia a desexualizar, cuando aparecen dificultades que nos traen algún tipo de “discapacidad”, hace que tampoco las personas se atrevan a preguntar acerca de los cambios y soluciones que puede haber para afrontarlos. Importa escuchar al propio cuerpo. No anular ni negar el deseo, la necesidad de contacto y también de retomar las prácticas sexuales. Informarse y aprender a disfrutar sexualmente con los recaudos de la situación. Se sigue siendo un ser sexual aunque se esté con una ostomía. No hay que privarse del placer, ni privar a la pareja. Es un cambio en la apariencia que puede cohibir sexualmente o generar ansiedad. Puede impactar en la pareja y esta a su vez sentirse ansiosa sobre las prácticas sexuales. Experimentar temor de lastimar el estoma o de que se desprenda la bolsa recolectora. Hablar con la pareja es fundamental, explicitando que las relaciones sexuales probablemente no produzcan ningún daño. Para las personas con ostomías abdominales, la función sexual puede no cambiar. Algunas mujeres pueden experimentar dolor durante las relaciones. Algunos hombres pueden tener dificultad en la erección o sentir que su potencia no es la misma. Estas dificultades por lo general mejoran con el tiempo. Pueden darse por sobre pensar, por efectos en la autoestima y sentirse menos atractivo/a. Intentar hacer a un lado los prejuicios es un gran paso. Arriesgarse a disfrutar y vencer los temores post intervención. Las personas con una traqueotomía es importante que se aseguren que la sonda está protegida, así como ver que posiciones son más cómodas. Las personas con ostomías abdominales pueden buscar posiciones de acuerdo a sentir mayor seguridad y confort con la bolsa colectora. Buscar lencería o ropa interior que brinde confianza. La mujer puede utilizar trusas tipo faja con abertura debajo. Los hombres fajas o redes que cubren la ostomía, que pueden ser usadas por las mujeres. Esta faja afirma o fija la bolsa y la protege.