jueves 2 de mayo, 2024
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Jornada laboral

Fulvio Gutiérrez
Por

Fulvio Gutiérrez

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Por el Dr. Fulvio Gutiérrez
El pasado 1º. de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, el presidente del Pit-Cnt, Marcelo Abdala, planteó como uno de los postulados de la central sindical, la reducción de la jornada de trabajo, pasando en la semana de 48 hs. a 40 hs. (6 horas diarias), para todos los trabajadores, con indiferencia del sector en que se desempeñan, y sin que ello suponga la disminución del salario. La reducción sería por etapas; en el primer año se reducirían dos horas y así sucesivamente hasta el cuarto año. El pasado 22 de agosto, en oportunidad de un paro programado, volvió a reiterar la iniciativa. Posteriormente, el Frente Amplio presentó concretamente un proyecto de ley en el Parlamento,-argumentando que sería “la ley laboral más importante de este período”. El principal argumento que se ha utilizado para fundamentar esta iniciativa, es que es un tema que está siendo analizado en varios países de Europa y América, y que por ejemplo ya ha sido aprobado en Chile, y se analiza en el Reino Unido, Bélgica y España. Se ha complementado este argumento con expresiones basadas en mejorar la calidad de vida de los trabajadores, cuestiones de género, que es positivo para la salud, para el disfrute de la vida humana, “porque no es solo trabajar, sino que la gente pueda participar en el arte, deporte, cultura en ir a buscar a sus hijos a la escuela”.
La generalidad de estos fundamentos los hace livianos, poco serios y efectistas al momento de analizar la realidad de la jornada de trabajo en nuestro país. El hecho de que la reducción de la jornada de trabajo ha sido aprobada en otro país, no puede ser considerado un antecedente a copiar en el Uruguay, por la sencilla razón de que tenemos una realidad muy especial que lógicamente debe ser tenida en cuenta. El Ministro de Trabajo, Pablo Mieres, salió al cruce de la iniciativa y de sus argumentos, señalando que así planteada, es “un tiro al pie” si no se asocia a un aumento de la productividad, porque se corre el riesgo de que las empresas pierdan rentabilidad y terminen haciendo ajustes con pérdidas de puestos de trabajo. Y eso no puede ni debe ocurrir.
La productividad, es un concepto que no se puede adoptar genéricamente, sino que debe ser analizado de acuerdo a los sectores de actividad y a los tipos y características de cada empresa, como lo ha recomendado la Organización Internacional del Trabajo. Lo razonable e ideal, no es pues aprobar la reducción de la jornada de trabajo mediante una ley, sino a través de convenios colectivos, donde se dan todas las garantías para una discusión de las partes, y donde se pueda desarrollar un análisis profundo de cada situación que se plantea en cada actividad y en cada empresa.
Por otra parte, los argumentos referidos a que una reducción de la jornada laboral favorece al trabajador en cuanto a su ocio, y a su participación personal en el arte, deporte, cultura e incluso a ir a buscar a sus hijos a la escuela, obviamente depende de cada uno, lo cual no puede considerarse un argumento válido. Es más, no podemos descartar el hecho de que el trabajador aproveche la reducción de su horario en su trabajo, para conseguir otro empleo atendiendo a sus necesidades o aspiraciones económicas personales y familiares. En ese caso, el resultado en definitiva será también contraproducente, pues va a incrementar la situación de multiempleo y a generar más largas jornadas laborales ahora, en dos trabajos lo que le sumará los tiempos de traslado. Entonces sostengo que la tendencia para lograr esos objetivos es la flexibilización de la jornada laboral. El teletrabajo la combinación del trabajo presencial con el virtual, la fijación de ritmos laborales vinculados con el producto que elabora la empresa, son todos criterios innovadores y que la central sindical parece no haber analizado.
Reitero entonces la imperiosa necesidad de ser muy cuidadosos con estas propuestas que, definidas “al barrer,” pueden no sólo no beneficiar sino perjudicar seriamente a los trabajadores.