domingo 5 de mayo, 2024
  • 8 am

En la mitad del campo

César Suárez
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César Suárez

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Por el Dr. César Suárez
Casi todas las ciudades del mundo están situadas en la mitad del campo, por más grande que sean en algún punto, en algún lugar del campo comienzan, crecen y en algún lugar terminan y obviamente después sigue el campo que las rodea por todo su costado excepto la que están a la orilla de del mar o de un río, pero donde están asentadas, antes de iniciarse la ciudad era todo campo.
La población ha crecido sobre el planeta tierra de forma exponencial, en el año 1900 la tierra estaba poblada por 2.000 millones de habitantes y ahora, 120 año después, contándome a mí, somos más de 8.000 millones de personas y sin contarme, creo que también.
Tanta gente en algún lado había que ponerla y ellos, en gran mayoría fueron engrosando cada ciudad y algunas de ella rondan en una población de 30 millones de personas un conglomerado monstruoso capaz de agobiar a cualquiera.
Cada ciudad tiene su historia comenzando siempre por unos escasos parroquianos que entendieron que en ese lugar podría ser un lindo lugar para vivir porque en algún lugar tenían que estar y después, cada ciudad creció a su ritmo de acuerdo al promedio de la reproducción humana y de la migración.
Nosotros vivimos en la ciudad de Salto y antes de que existiera no era más que campo y hubiese seguido siendo campo si no hubiese sido por el Tratado de Madrid firmado entre España y Portugal en 1750 que acordaba los límites de las posesiones territoriales entre sus respectivas colonias en América del Sur.
Como los límites de ese entonces eran un tanto difusos, y las autoridades eran designadas por España habían encargado al Marqués de Valdelirios, cargo ejercido en esa época por Gaspar de Munibe y Tello Huamanga y al gobernador de Buenos Aires, Don José de Andonaequi cumplir con el Tratado de Madrid, razón por la cual le solicitaron al gobernador de Montevideo Don José Joaquín de Viana que escoltara al marques hasta un lugar llamado Salto donde el Río Uruguay se hacía innavegable, con un ejército de 400 hombres para tratar de cumplir con el establecimiento de límites acordado en dicho tratado.
Don José Joaquín de Viana arribó con el marqués y sus 400 hombres el 8 de noviembre de 1756 quienes realizaron las primeras construcciones, en la orilla del río, pero en la mitad del campo, un fuerte y varios galpones y quedó, según muchos historiadores fundada la ciudad de Salto de la cual en la actualidad no queda nada, pero fue el germen de lo que sería después y de lo que es ahora.
De inicio, a la población le costó bastante crecer, tanto que 1834, trascurridos, 78 años después de la llegada de Joaquín de Viana con su ejército de 400 hombres, entre idas y venidas, la población de la villa era de 1315 personas, 3 años después, el 17 de junio de 1837 se creaba el departamento de Salto que hasta ese momento formaba parte del departamento de Paysandú que era el único departamento al norte del Río Negro.
El departamento de Salto, en 1884 se dividió para formar el departamento de Artigas.
Hacia 1910 el departamento de Salto rondaba los 20 mil habitantes y en los próximos cien años, hacia 2010 había quintuplicado su habitación superando los 100 mil habitantes, pero sigue estando en la mitad del campo que la rodea.