jueves 2 de mayo, 2024
  • 8 am

Una reforma inconveniente

Fulvio Gutiérrez
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Fulvio Gutiérrez

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Dr. Fulvio Gutiérrez

La Mesa Representativa del PIT/CNT, decidió iniciar la recolección de firmas para poner en marcha el procedimiento de reforma de la Constitución por “iniciativa popular”, previsto en el Literal A) del art. 331 de la Constitución. La iniciativa pretende la derogación de tres disposiciones aprobadas en la ley que modificó la Seguridad Social, que serían: fijar el tope de edad para jubilarse en 60 años; establecer como monto mínimo de jubilación una suma no inferior a un Salario Mínimo Nacional; y eliminar las AFAP. El pasado jueves, se presentó ante la Corte Electoral, el texto que contendrá la papeleta correspondiente. No comparto la razón de fondo de la iniciativa, pues la misma tiene una serie de imprecisiones y crea una serie dudas que, a mi juicio, la hacen inoportuna e inconveniente. Analicemos.

La propuesta de la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social, fue aprobada por una “mayoría” muy especial, de 16 votos a favor, 14 votos en contra y hubo 14 abstenciones. Es decir que el apoyo expreso a la iniciativa fue de 16 votos contra 28 que, o se opusieron o se abstuvieron. Claramente la iniciativa empezó mal.

Al Frente Amplio se le creó el problema de expedirse sobre si apoya o no apoya semejante iniciativa y, por tanto, ya tiene una división interna. El MPP no la comparte, y tampoco la comparten el grupo “Concordancia Seregnista y Progresista” y la Vertiente Artiguista, lo que no es poca cosa. El propio José Mujica, con su muy particular estilo, dijo que aceptar la iniciativa reformista del PIT/CNT, “es como afeitarse con un hacha.” Otros dirigentes afines, advirtieron del peligro que significa la reforma en cuanto “va a desenfocar el eje del debate electoral”, y el Frente Amplio puede perder la elección al crear un nuevo motivo de crítica política en su contra.

En su momento el Presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, expresó, con toda lógica, que había que esperar el “contenido específico de la papeleta” que establecería la reforma. Ahora que ese texto está aprobado, se hace aún más evidente lo inadecuado de la misma. Incluso el representante de los pasivos en el BPS, Ariel Ferrari, sostiene que no corresponde tratar este tema mediante una reforma constitucional, porque reformar una ley de seguridad social por esa vía, no es racional, ni oportuna ni conveniente.

La reforma que se sugiere, requiere la firma del 10% de los ciudadanos inscriptos en el Registro Cívico Nacional (unos 270.000 votos), presentando un proyecto articulado (con seis meses de anticipación a la elección) que se elevará al Presidente de la Asamblea General, “debiendo ser sometido a la decisión popular, en la elección más inmediata”. Pero si eso ocurre, la Constitución autoriza a la Asamblea General en reunión de ambas Cámaras, a presentar un proyecto alternativo con tres meses de anticipación, que se someterá a la decisión plebiscitaria junto a la iniciativa popular. Es decir, puede caber la posibilidad que sean dos los proyectos y no uno, yeso va en contra de los intereses del Frente Amplio.

Como principio general no se puede incluir en una Constitución cualquier tema que exceda la estructura, organización y funcionamiento del Estado, y la protección de los derechos humanos. Lo demás, debe quedar dentro de la esfera legislativa. Comodijo el Senador Mario Bergara, la iniciativa parte de un error conceptual, y es que “no corresponde colocar en la Constitución cosas específicas”. Por otra parte, si hipotéticamente la reforma se aprobara, se deberá reglamentar por ley qué pasa con los actos jurídicos y pagos ya hechos en base a la ley reformada, cómo harán los jubilados para devolver dineros cobrados que ahora son ilegítimos, a quien se remitirán los millones de dólares que hoy tienen las AFAP en base a aportes legítimos, y otros detalles más que deberá analizarse muy precisamente. No exagero si afirmo que la aprobación de la reforma creará un caos jurídico y económico difícil de solucionar. Mi opinión es, no votar la reforma proyectada por el PIT CNT.