martes 7 de mayo, 2024
  • 8 am

Si no siente la obligación debería devolver la plata

La sequía deja de ser una mera estadística para transformarse en gran preocupación, no ya sólo para la Copa América sino también para lo que viene en Eliminatorias.
Pero hay otro tema que ha dejado bastante confundido al hincha celeste, que son las declaraciones de Tabárez, desmarcándose de la obligación de tener que ganar la Copa.
¿Cómo dijo? ¿Y entonces qué está haciendo ahí? ¿Cuánto está cobrando?
Y no vengan con el proceso, el grupo o el respeto. La sequía goleadora es parte de lo que desde siempre ha sido parte del seleccionado; se trabaja mucho más el cuidado del arco propio que atacar al contrario. Quienes han tenido el privilegio de ver entrenamientos y estar cerca de concentraciones, pueden garantizarlo.
En realidad el problema no es que priorice una de las dos cosas, sino qué grado de énfasis le pone a cada una. Se dice que hay una diferencia grande. Y se nota.
La falta de generación de fútbol es histórica y en este ciclo de Tabárez se ha disimulado por contar con dos estrellas de elite mundial. Pero hoy Cavani y Suárez no son los mismos de Rusia 2018. Ya Suárez no gana por sí solo a toda una defensa y Cavani, aunque sigue corriendo muchísimo, precisa pelotas limpias.
Se necesita más fútbol, más pelota bien jugada, una filosofía más ofensiva, si se quiere, más saludable. Eso es a lo que se le ha quitado importancia con respecto al resguardo del arco propio.
Y el trabajo va de la mano con la responsabilidad que se asume. Tabárez puede tener muchos méritos y defectos, pero no puede decirle a la gente que no siente obligación de ser campeón.
Quitarse compromiso no le va dar ventajas sobre nadie. También preguntó «¿si tan mal jugamos, por qué hay tanta expectativa?»
No es por su dirección técnica, sino por la jerarquía de muchos de sus jugadores. Es la que sostiene la esperanza más allá de la mezquindad.
Freddy Aguirrezábal