martes 7 de mayo, 2024
  • 8 am

“En nuestra profesión el vínculo con las personas ha sido siempre muy motivador y gratificante”

Por Melisa Ferradini
Elsa Píriz y Natalia Grisolia son madre e hija. Elsa ha sido una de las pioneras en realizar masajes corporales y maquillajes sociales en nuestro departamento. Natalia hace poco tiempo regresó de Europa y Asia e instaló su propio gabinete de belleza y masajes en Elfa´s salón de belleza. Ambas en sus tiempos han marcado su impronta laboral. En esta nota las reunimos y nos cuentan sus experiencias. Elsa nació el 17 de mayo de 1947 en Salto. Su niñez la vivió en Villa Constitución. Concurrió a la Escuela en el Espinillar. Un 5 de octubre de 1969 conoce a Antonio Grisolia en un baile en el Club Remeros y en el año 1972 contraen matrimonio. Tiene 3 hijos; Natalia y los mellizos Nazareno y Arturo y 2 nietos; Eluney y Sayen. Natalia es salteña. Nació el 23 de octubre de 1975. Tiene 46años. Se crió en la zona Cerro y luego vivió en el Centro. Realizó la primaria en el Colegio y Liceo Crandon y el último año en la Escuela No.1 José Artigas. La secundaria la cursó en el liceo Piloto. En el 2001 se fue a vivir a España y luego comenzó su viaje por distintos países de Europa. Vivió en Inglaterra, Alemania, Portugal y Marruecos. Luego se fue a vivir a la India, ahí comenzó su técnica en los masajes. Ha formado su familia con Hernán López, músico y tiene 2 hijos; Eluney- regalo del cielo- que tiene 10 años y Sayen –mujer de gran corazón- que tiene 8 años.
-¿Cómo es ser madre e hija y a su vez coincidir en lo que eligieron como trabajo?
-E. Es muy emocionante para mí. Ella vivía en otro país. Ella allá y yo acá y yo no sabía que ella había comenzado a incursionar en eso. Sabía que estaba estudiando respecto a la belleza pero no lo mismo que yo hacía. Sentí una alegría muy grande. Una seguridad que ella lo iba a realizar muy bien. Jamás le insinué y nunca le dije que realizara la misma actividad que yo hacía. Cada uno de mis hijos estudio y se preparó para lo que ellos quisieron. He tenido desde muy joven trabajos siempre relacionados a la belleza. Mis comienzos fueron en una perfumería, luego trabajaba en peluquerías y luego en forma personalizada realizaba maquillajes.
-N. Para mi empezó desde siempre. De que yo era chiquita y de verla haciendo las manos al lado mirando como ella lo hacía. Me encantaba verla cuando colocaba pestañas. Incluso una vez me las corte bien cortitas porque después de colocar las pestañas siempre quedan muy largas y ella las recorta. Luego cuando mamá tenía su gabinete de belleza en Galería Salto 1, yo la ayudaba. Siempre estaba observando lo que ella hacía. Siempre estaba atenta a eso. Tuve también oportunidad de ir con ella a cursos que se realizaban en Montevideo.
-¿Qué recuerdos tienen de sus comienzos?
-E. Haber sido una de las pioneras en tener un gabinete de belleza con todo los aparatos para la atención de tratamientos corporales. Como la termogénesis y los electrodos. En ese tiempo realizábamos los cursos de capacitación con médicos y con profesionales del tema. En mi gabinete yo tenía los tratamientos corporales y también faciales. Me ocupaba también de realizar manos y pies. Realizaba también reflexología. Fue una época muy linda. Estaba la Represa de Salto Grande estaba trabajando en su construcción y luego en su actividad, había mucha gente. Había muchas personas de otros lugares y había también un poder adquisitivo alto.
-N. El hecho de haber tenido a mama como referente. Siempre estuve haciendo las manos. A veces ella me decía me haces o ayúdame en esto. Al principio no lo tomé como una profesión sino por el gusto de hacerlo. Viviendo acá en Uruguay nunca lo había hecho después que me fui ahí me di cuenta que se me abrieron un montón de puertas. Ahí me di cuenta que podía seguir profundizando, especializándome. Que podía seguir estudiando. Más que la parte estética a mí siempre me llamo mucho más la atención los masajes y la parte más espiritual del tema. El reiki me apasiona, el yoga. Se puede combinar muy bien el verte bien es parte de ese amor a nosotros mismos que a muchas personas les hace falta.
-Cuéntennos, ¿Cuáles son las diferencias de la técnicas de trabajo empleadas en sus diferentes tiempos?
-E. Yo me capacité en varias áreas de tratamientos de belleza, luego le incorporé reflexología. En mis tiempos la reflexología y los masajes en general era lo que se realizaba siempre. Trabaje mucho con los aparatos. Recién se comenzaba con el uso de los aparatos para diferentes tratamientos. Como por ejemplo los electrodos. Hoy por hoy esos aparatos están perfeccionados. Siempre mis tratamientos fueron respaldados por capacitaciones distadas por doctores.
-N. En el área de maquillaje pasa exactamente igual. Antes para los maquillajes artísticos que se hacían era con un producto específico no había variedad en nuestro país. Era poco lo que había. Hoy por hoy hay una gama de productos para los maquillajes increíbles. También se comenzó a realizar técnicas que siempre han estado, pero acá no había personas adecuadas e idóneas para transmitir dichos conocimientos. Si bien reiki, yoga y reflexología es medicina antigua. Yo no me dedico a la parte de aparatología como si mamá lo hizo. Hoy por hoy si lo estuviera haciendo sé que hay una variedad enorme de técnicas y tendría que capacitarme de la mejor manera para realizarlo.
-¿Ustedes creen que los masajes tendría que ser una actividad diaria para las personas?
-E. Las personas tendrían que dedicarse 2 veces por semana. En mis tiempos las técnicas de meditación no existían. Ahora las estamos viendo mucho. El yoga es muy importante y la meditación también.
-N. Principalmente para mí las personas tendrían que hacer meditación que es una técnica de auto conocimiento. Los masajes por ejemplo en la India, en Tailandia y en muchos países de Asia se lo realizan todos los días. Se transmite de generación en generación. Es una técnica que se ha usado siempre. Se utiliza no solo como medicina sino como tratamientos.
-¿Cuáles son las patologías más habituales que tratan en su profesión?
-E. En mis tiempos las consultas más habituales eran las mujeres por su flacidez en la piel. Los problemas de la piel en la cara y secciones de maquillaje. Los que más me pedían eran limpieza de cutis. Otro método que yo había innovado era la colocación de pestañas. En esos tiempos era maravilloso ver la técnica que se empleaban en embellecer a las mujeres.
-N. Hoy por hoy las personas viven corriendo y con estrés. Viven con contracturas. Lo que respecta a los masajes, las personas se quieren desconectar. Me piden media o una hora para desenchufarse de todo. Apagar el teléfono y estar en silencio. Todos nos merecemos esos momentos. Lo importante ahora es vencer el estrés.
-Después de mucho tiempo dedicado a ser esteticista. ¿Cuáles son las satisfacciones que reciben?
-E. Lo más hermoso de todo es la respuesta de la gente. Lo gratificante es que pasan los años y las personas reconocen tu trabajo. Otra satisfacción para mi es que mi hija haya seguido mis pasos.
-N. Ahora soy la hija de. Me siento muy feliz como las personas me tratan y me han dado la oportunidad. Hace un tiempo que retorne a mi país con conocimientos adquiridos en otros países de Europa y de Asia. Para mí es una gran satisfacción es que las personas se vayan satisfecha con mi trabajo; los masajes, las manos u otro trabajo que se vayan a realizar es una gran alegría para mí. Cuando viene gente recomendada por otros también es una satisfacción para mí y me siento feliz por eso. También es una forma de valorar mi trabajo.
-Un día de esparcimiento. ¿En que lo emplean?
-E. Me gusta mucho leer. Siempre leí libros de autoayuda. Buscando la paz y la armonía. Disfrutar de mis nietos ahora. La visita de ellos y compartir tiempo de lectura. Me encanta estar con ellos.
-N. Trato de disfrutar al máximo de mi familia. Disfruto mucho con ellos. Disfruto mucho de estar en casa ya que estoy fuera muchas horas durante la semana. También salir andar en bici. Disfrutar de ver el río. Nos gusta que uno lea y el resto de la familia escuchar.
Foto1: Elsa y Natalia en familia.

Foto2. Natalia y Elsa juntas