viernes 26 de abril, 2024
  • 8 am

Una inaceptable conducta

Fulvio Gutiérrez
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Fulvio Gutiérrez

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Dr. Fulvio Gutiérrez
Cuando un ciudadano es electo para desempeñar alguno de los cargos en los órganos electivos establecidos en nuestra Constitución, sabe y conoce que debe desempeñar ese cargo con honor, cumpliendo las obligaciones establecidas en la Constitución de la República. Así fue siempre y así debe ser, porque además, es de sentido común. Es más, en algunos casos, hasta debe prometer fielmente y por su honor con tales obligaciones, como ocurre con el Presidente de la República y los senadores. Por eso, lo declarado por el diputado Omar Estévez, en un audio que se hizo viral en las redes sociales, es totalmente inadmisible e inaceptable con relación al cargo que inviste. Ha cometido una grave falta administrativa y ética, y la prueba del hecho es contundente, al punto que habría presentado su renuncia ante el Senador Germán Coutinho, quien no se la aceptó.
En una conversación con una de sus empleadas que le cuestionaba su conducta como empresario del rubro citrícola, confesó que había llevado a Belén ocho “positivos” (obviamente se refiere al Covid 19) en el ómnibus de su empresa, por lo cual nunca dejaron de trabajar, pidiéndole que no “no lo complique por esa bobada” (textual), porque no hay un protocolo que diga que el hombre la contagió, agregando que si no quieren trabajar le avisen porque así le corta el ómnibus y “ta pelao”. Las terribles expresiones de Estévez, no tienen parangón, y deberá asumir las responsabilidades que le pudieran corresponder, porque las explicaciones ensayadas para justificar sus dichos, son insólitas y no creíbles.
La trascendencia pública de este audio, no se hizo esperar. Y no me refiero a los medios de comunicación, sino a actos concretos que tomó el Ministerio de Salud Pública iniciando en forma inmediata una investigación; a denuncias que estaría formalizando el sindicato de trabajadores de la empresa citrícola en Salto; a la denuncia de presuntas irregularidades en cuanto a la situación de los trabajadores de la empresa de Estévez, por declaración de menos días de los realmente trabajados, y las obvias diferencias en los aportes al B.P.S. Como si esto fuera poco, el Frente Amplio formalizaría una denuncia ante la propia Cámara de Representes, sin perjuicio de hacerlo también en la vía judicial. Es que en una actitud anterior, habría participado en la votación de un beneficio previsto en la ley del fondo citrícola, que lo favorecería personalmente, pudiendo haberse configurado la conjunción del interés público con el privado.
La denuncia presentada por el Frente Amplio, se basa en lo que se denomina “responsabilidad disciplinaria” que la Cámara tiene sobre sus integrantes, y la remoción que se habría solicitado, está prevista en el art. 115, inc. 2º. de la Constitución, por entender que la conducta del Diputado Estévez es “indigna de su cargo”, para lo cual se requiere la votación de los 2/3 del total de componentes de la Cámara, o sea 66 votos. No olvidemos que hay un antecedente; el pedido de remoción del ex senador Leonardo Nicolini del Frente Amplio, por un causal parecida. Entonces, la lógica indica: a problemas similares, decisiones similares.
Otro hecho lamentable protagonizado por un legislador salteño.