viernes 26 de abril, 2024
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El legado del “Guapo”

Juan Carlos Ambrosoni
Por

Juan Carlos Ambrosoni

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Por Juan Carlos Ambrosoni
Corría el sábado por la tarde y comenzaba a caer la noche, rumores de esos que sorprenden empezaron a trasladarse de un lado al otro en cuestión de minutos. La noticia que nadie quería escuchar o leer la comunicó Luis Lacalle Pou vía twitter, el ministro Jorge Larrañaga había fallecido. El Uruguay se vio conmovido y en estado de shock, uno de los políticos más destacados y queridos nos dejó repentinamente.
Edil, dos periodos consecutivos Intendente de Paysandú, Senador y Candidato a Presidente. El “Guapo” fue ese político que trascendía barreras partidarias, el respeto que contemplaba aquella gran figura robusta y caudillista del norte generó esa imagen que a pesar de los años en la actividad, se mantenía a pleno en el escenario nacional. Experiencias no le faltaron, desafíos quizás si, por ello, se hizo cargo desde el primer día de una de las mochilas más pesadas, el ministerio del interior. Hubo un antes y un después en la cartera, le cambió la cara, respaldó como nunca a los suyos, pero un lindo relato no es suficiente para demostrarlo, los números sí: en su año y poco de gestión los homicidios bajaron prácticamente un 21%, los hurtos un 19%, las rapiñas un 12% y la violencia doméstica casi un 6%. Larrañaga fue fiel reflejo del arduo trabajo, estaba en todas, no descansaba.
Dejó la vara muy alta. Su sucesor es Luis Alberto Heber, un nacionalista del sector del presidente, de su confianza. Estaba desempeñándose discretamente en el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, su cambio imprevisto de rol en el gabinete ha generado alguna que otra cuestión, pero los expertos avalan la decisión del mandatario al cumplir con las principales peticiones: es político, cercano a él y tiene peso propio. Su primer mensaje como ministro fue: “Hay orden de no aflojar”, replicando la célebre frase Jorge Larrañaga, su antecesor. El anuncio es muy claro, pretende seguir la misma línea.
Otra señal a destacar es que el primer magistrado no realizó demasiados movimientos en el gabinete. Una posibilidad que se manejaba a niveles especulativos era que Javier García ocupara el MI. Esa decisión implicaba mayores alteraciones aún, ya que García hubiese pasado de un ministerio a otro. Siguiendo este razonamiento, Heber hubiera tomado la cartera de Defensa, y de cualquier manera la entrada de José Luis Falero o alguien más al MTOP era inevitable, sumado a la reciente asignación de Martin Lema en el MIDES, trastornaría aquel ejecutivo que inició en marzo del 2020 que tanta aprobación y éxito le dio al Gobierno. Hablando de rotaciones, lo que llamó la atención es que Alianza Nacional quedó sin representación ministerial. El lugar vacante fue ocupado por un dirigente de Aire Fresco, fortaleciéndose el sector del presidente.
En fin, Luis Alberto Heber está en presencia de un gran reto personal, espalda tiene, capacidad también, su camino en el legislativo nos deja esa impresión. El éxito en su gestión será imprescindible para la convivencia paz de los uruguayos. No la va a tener nada fácil, pero frente a una circunstancial adversidad no quedará otra que aplicar el legado de Jorge, “Apretar los dientes y pa’ delante”.