Dr. Carlos Silva
El Presupuesto Departamental elaborado por el Intendente Limay votado la semana pasada en la Junta Departamental prevé solamente un 7% para invertir en las mejoras de nuestra ciudad y el interior de nuestro departamento. Este, es uno de los motivos por lo que no lo acompañamos en general, ya que entendemos que es insuficiente e injusto, para un Departamento que pide a gritos una fuerte intervención en su infraestructura.
Como lo hemos manifestado en conjunto entre las Bancadas del Partido Nacional y el Partido Colorado, somos conscientes de la actual coyuntura que atraviesa nuestro país y el mundo, a causa de la pandemia del Covid-19, y fuimos a la Junta, imaginando que íbamos a acompañar un presupuesto que pensaba en los Salteños y su futuro, pero no encontramos eso.
Un presupuesto que pensara, en la construcción de una sociedad más integrada cultural y socialmente, con una actitud solidaria en la ejecución de las políticas públicas, construyendo una ciudad más democrática y participativa, con inclusión social, que propenda al desarrollo local y a la integración regional, que fortalezca ese sentimiento de pertenencia y arraigo a Salto y ese orgullo que debemos volver a sentir por nuestro Departamento.
Pero nos encontramos con otra realidad, la que se viene repitiendo en los últimos gobiernos Departamentales. Notamos que se vive en una permanente campaña política anticipada, para que el Intendente proyecte su figura a nivel nacional, olvidándose de Salto.
El Gobierno Departamental prometió un ahorro del 9 % en el organigrama presentado, pero cuando se le consultó al Ejecutivo, no supo explicar cómo lo iban a llevar acabo o las mismas no fueron suficientes para nosotros. Promovimos agregar un artículo para topear en un 5 %, las designaciones directas del Intendente, y que fuera usado como herramienta de contralor de ese gasto, pero ni siquiera fue objeto de discusión en la comisión.
Así y en consenso, entre las Bancadas de Oposición hemos resuelto darle la chance al Intendente de que nos demuestre tal ahorro, que pueda funcionar con el organigrama que planteo y por eso lo votamos. No tendrá excusas para cumplir con lo propuesto y seremos firmes, al momento de controlar que cumpla con lo prometido.
Desde la oposición nos sentimos conformes con el trabajo y con los aportes de los compañeros Ediles, una oposición responsable no solo en el discurso, sino que en la práctica.
El presupuesto departamental es la “ley madre” de un gobierno y el compromiso del gobernante con el pueblo, el presupuesto debe ser responsable al momento de elaborarlo y cuidadosos al momento de ejecutarlo. El presupuesto tiene que marcar el camino elegido por el gobierno de turno y por eso, nuestra preocupación, a Salto no le queda casi nada para inversión por lo que advertimos, que lamentablemente, seguiremos sin salir del pozo en que estamos.
